lunes, 17 de mayo de 2010

El Mecenas Don Tomás


Loa al indiano del corazón de oro

¡Oh!, celebérrimo Don Tomás
Grande entre los grandes
Dechado de humanidad.
En las cumbres de los Andes
De Hornos a Panamá
Hablan de usted sus bondades
Y su empeño en ayudar
A desvalidos, a madres
Y a los hambrientos sin pan.
Gracias por salvar de las rapaces
A las aves del corral.

A Don Tomás Glez de Mera, caballero asturiano, que con su proverbial generosidad allanó el abrupto camino, sembrado de alimañas, por el que caminaba el Cineclub El Gallinero en la última etapa del séptimo año. Nos honramos en su amistad.

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