lunes, 21 de octubre de 2013

Relatos de Don Wayne XXXVIII

La situación recuerda en algo a lo que sucedía en esas viejas películas del Oeste cuando una cuadrilla de embaucadores compraba la voluntad de los desprevenidos caciques tribales a base de repartir chucherías y un par de garrafas conteniendo “agua de fuego...”

38. Diario de Paloma
Querido Diario:

   Las aguas fluyen turbulentas por el valle. Como mancha de aceite, un clima de preocupación ha comenzado a extenderse entre sus habitantes. Durante estos últimos meses ha sido casi imposible dar con una conversación, un corrillo de sombra o una reunión familiar en los que no se haya hablado del mismo tema. Te encuentras carteles, camisetas, pancartas o folletos por todas partes. El verano pasado hasta pude escuchar como un frutero socarrón, en su puesto de Villar de Cayos, despachó a mi madre con una broma brutal: “Aprovecha, María, llévate ahora unos pimientos del país, porque de aquí a nada igual nos toca comer hostias”. De la fractura hidráulica hablan todos.
   Don Julián, nuestro profesor de Ciencias Naturales en el instituto, nos ha explicado que el “fraking”, consiste en utilizar una tecnología que se afana en sacar a la superficie los gases que impregnan como a una esponja los estratos rocosos que se encuentran bajo tierra, a kilómetros de profundidad. Por lo que he podido escuchar, hay empresas influyentes interesadas en ese negocio, empresas que intentan persuadir a la gente sobre los beneficios que conllevará para nuestra comarca contar este tipo de explotaciones; afirman que todo está controlado y que se trata de una actividad innovadora, mecánica y casi inofensiva para el medio ambiente. Lo cierto es que mis padres, mis hermanos Ramiro y Jesús Pedro y algunas otras personas que se reúnen de vez en cuando en nuestra casa desconfían, dicen que no cuela. Yo me siento junto a la chimenea y, mientras acaricio a la Canela, les oigo charlar con rostro preocupado. Nacho “El Galgo”, que es concejal en Quintanares, opinaba la otra noche que nos la quieren dar con queso, que se cuenta ya con antecedentes suficientes como para saber que si empiezan a taladrar la tierra y a reventar las piedras del subsuelo dejaran los valles como un colador, igualito que hacen las carcomas con las vigas de madera, que cabe la posibilidad de que al final los gases y productos químicos que utilizan acaben por filtrarse a las aguas subterráneas contaminando manantiales y arroyos. En la superficie los cambios serán también radicales e inquietantes.
   Hay mucha confusión. Mis padres y otras personas que conozco andan buscando  información para saber a qué atenerse. Hace unas semanas vino desde la capital una pareja a dar una charla. Asistieron unas cincuenta personas, mucha gente para lugares tan apartados y despoblados como este; como Don Julián nos ha encargado redactar un trabajo para final del trimestre, yo también estuve en la Casa del Concejo escuchando lo que se decía. Se presentaron como profesores de la universidad, aunque a mí me parecieron ecologistas, eran simpáticos y nos hablaron bien clarito. Antes de marcharse dejaron una película en dvd para que circule entre el vecindario y vayamos estando preparados para la que se nos viene encima. En mi casa ya la hemos visto y la verdad es que la cosa impone. Es una película reciente titulada “En la tierra prometida”, la protagoniza Matt Damon, un actor americano muy joven y guapo que conozco de otras películas de la tele, por aquí cerca no tenemos cines. Por lo que oigo decir a mi familia, la estrategia que la Compañía está utilizando en nuestra zona no es muy distinta de lo que pasa en esa película; es muy simple, unos tipos bien educados, estirados y elegantes, mi hermano Jesús Pedro les llama mercenarios, convocan a los alcaldes, concejales y gente notable para, con su oratoria desenvuelta, explicarles a puerta cerrada, los interesantes beneficios del fraking. Al finalizar las reuniones regalan algunos obsequios en agradecimiento por la atención prestada. Se comenta que Quirino “Saltaperritos”, concejal de un partido conservador, salió de caza no hace mucho ataviado de chaleco y visera en los que podía leerse el logotipo de una empresa: BNK Petrolum. Es su modo de persuadir a nuestros gobernantes de las bondades del invento.
   Hace algunas semanas se convocó una de estas reuniones en el Salón de Plenos de Villar de Cayos, pero a mi padre y los de su grupo que acudían con intención de plantear sus dudas no les dejaron pasar, para evitar alborotos dijeron, no lo entiendo bien porque mi padre es un hombre pacífico, aunque cuando se mosquea puede meter unas voces que te cagas. Mi madre y Nacho sí consiguieron colarse, pero al llegar el turno de palabra no les pasaron el micrófono, y eso que, como digo, Nacho “El Galgo” es concejal en Quintanares. Jesús Pedro, mi hermano mayor, llegó a casa encendido, dice que la situación recuerda en algo a lo que sucedía en esas viejas películas del Oeste cuando una cuadrilla de embaucadores compraba la voluntad de los desprevenidos caciques tribales a base de repartir chucherías y un par de garrafas conteniendo “agua de fuego”, que es intolerable que nos traten como a los incautos pieles rojas que habitaban las extensas llanuras de Oklahoma hace siglos.
   Yo voy tomando nota de todo lo que oigo. Desde pequeña nos han explicado en la escuela que vivimos en un país democrático y dialogante en el que todo el mundo puede opinar y ser escuchado en igualdad de condiciones. ¿Qué sentido tiene entonces evitar el contraste de pareceres? Para Jesús Pedro la clave está en que cuanta más y mejor es la información con que cuenta un paisano más reacio se muestra a aceptar de buen grado este tipo de prospecciones. El otro día, en la barra del Bar Rosales, se enzarzó con Terencio “El Salivilla” a cuenta de los puestos de trabajo. “El Salivilla” afirmaba que, si vienen los de la Empresa, él podrá encontrar un puesto de trabajo. Mi hermano le respondió que lo del empleo no es más que carnaza para engolosinar a pececillos despistados, que hay que ser tontopelao como para pensar que de los cuatro empleos que pueda sortear esa gente uno le vaya a tocar a él, que esas empresas se traen a su propio personal y que como mucho le contratarán durante un tiempo para realizar tareas de limpieza en las balsas de lodos ponzoñosos que excavan junto a los pozos y que acabará más intoxicado de lo que ya está debido a sus frecuentes excesos etílicos. No llegaron a las manos de chiripa.
   Por mi parte, he podido averiguar que las reservas de gas se agotan pronto, momento en que los del fraking  liarán el petate y se marcharán con su música a otra parte. Para entonces podremos encontrarnos con el valle completamente arruinado y con nuestros recursos ambientales, paisajísticos y económicos gravemente dañados o irremediablemente perdidos. ¿Qué pensaran nuestros representantes públicos de ese balance? La otra tarde, mientras ayudaba a mi madre a embotar tomate, me explicó que aquí, los únicos que se van a hacer ricos serán los socios de la Empresa, que lo que es a nosotros nos van a dar morcilla.
   Mis padres, mis hermanos y los otros miembros del Colectivo en Defensa de los Valles son gente de los pueblos: ganaderos, médicos, profesores, pensionistas, estudiantes, agricultores, amas de casa y algunos concejales, personas que en su mayoría han nacido en esta tierra, que la aman y se resisten a ver como les son arrebatadas cosas que consideran importantes.
   También yo he nacido aquí. Mis padres son propietarios de esta Casa Rural, puede decirse que vivimos del turismo. Mis hermanos Ramiro y Jesús Pedro son dueños de la granja lechera que está junto al puente. Trabajan de sol a sol dedicándose al ordeño y al cuidado de las vacas. Tenemos también una pequeña manada de caballos que pasta libremente por los prados, junto al río. Disfruto como loca atendiendo a las yeguas y jugando con los potros. Amo esta tierra, sus montes, sus huertos, su río, sus fuentes, sus caminos…, me duele mucho que todo pueda dar al traste. Si el pequeño mundo sobre el que se asientan nuestras vidas y haciendas queda arrasado la gente dejará de venir al valle, el ganado y la leche no valdrán nada. Es mucha la gente que perderá algo, nosotros lo perderemos todo.
   Estoy muy preocupada. Últimamente no paro de pensar en estas cosas. Para acabar el trabajo que nos pide Don Julián, he buscado en internet, he leído los libros que encuentro por la casa y cada día tengo más clara mi postura…
   Bueno, querido Diario, tengo que dejarte, es tarde y debo de acostarme. Ha comenzado a llover. Espero poder descansar sin el acoso de las preocupaciones. Esta noche me gustaría soñar con el apuesto Matt Damon, aunque lo más probable es que tenga pesadillas con él.







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